Símil

Adriana Morales
Adriana Morales
Licenciada en Letras

El símil o comparación es una figura retórica que consiste en comparar dos términos, ideas, imágenes, cosas o sentimientos que se relacionan o comparten alguna semejanza o cualidad.

Se caracteriza por mencionar ambos elementos y por el uso de los siguientes conectores: como, cual, igual que, semejante a, parecido a, tan. Por ejemplo, “tu corazón es duro como el acero”.

El símil sirve para enriquecer el discurso hablado o escrito, conectar elementos y establecer de forma diferente, exagerada o sorprendente, comparaciones entre dos cosas.

El símil es una de las figuras retóricas más importantes y es empleada tanto en la poesía como en los discursos literarios. Su función en la literatura es ilustrar una situación, pues resaltar una idea, un rasgo, una sensación o una cualidad de modo particular.

En el discurso literario, el símil es indispensable para referirse a algo que resulta trascendental como el poder, la belleza, incluso, algo desconocido. Por ejemplo, en el Poema épico de Gilgamesh

Cuando ruge es cual las víboras, cual dragones, cual quemante fuego, cual serpiente que hiela el corazón.

Ejemplos de símil

  1. Tus ojos brillan como luceros.
  2. Fría como el invierno.
  3. Tu perfume es semejante al olor de las rosas.
  4. Brillante como el sol.
  5. Corre como una gacela.
  6. Tu piel es tan suave como el terciopelo.
  7. Te amo como loco.
  8. Es tan gracioso como su abuelo.
  9. Se vistió cual princesa de un castillo.
  10. Su voz resuena igual que una suave melodía.

En la literatura (símiles explicados)

“¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,

como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!”.

Rima VII, Gustavo Adolfo Bécquer. Gustavo Adolfo Bécquer.

El poeta compara la nota musical con el pájaro que duerme en las ramas.

“echaron a andar como dos leones en medio de la negra noche”.

La Ilíada, 10.297.

Los personajes Diomedes y Odiseo son comparados con dos leones.

“Mas entonces Atenea, por Zeus engendrada, le hizo

aparecer más robusto y más alto: los densos cabellos

le brillaron pendientes de nuevo cual flor de jacinto”.

La Odisea, 6.229-231, Homero.

El poeta se vale de los recursos de la naturaleza para exponer cómo un dios dota de propiedades a un personaje humano.

Símil y metáfora

El símil y la metáfora son figuras retóricas que se emplean para dotar de belleza y expresividad el discurso. Ambas son ampliamente utilizadas en las narraciones literarias, incluso, en el lenguaje cotidiano.

La metáfora consiste en establecer una relación de semejanza entre dos elementos o ideas en las que una puede ser real y la otra imaginaria. Se diferencia del símil porque no hace uso de un conector o nexo.

Por ejemplo, “ojos de aceituna”. Se refiere a que el color de ojos se asemeja al de las aceitunas. Si fuese un símil sería, “tus ojos verdes como las aceitunas”.

Otro ejemplo,“cabellos de plata”. En esta metáfora se relaciona el color grisáceo de los cabellos con la plata. Si fuese un símil, sería “su cabello es semejante a la plata”.

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