La Gran Depresión

Frank Arellano
Frank Arellano
Profesor de Historia y Maestro en Lingüística

La Gran Depresión fue una terrible crisis económica originada en los Estados Unidos luego del crac financiero de octubre de 1929 en Wall Street. Esta crisis se prolongó durante la década de 1930 provocando desempleo, pobreza, el quiebre de bancos e industrias y un malestar social generalizado.

El crac del 29 aconteció por la baja brusca y acelerada que sufrieron los precios de las acciones de las compañías en la bolsa de valores, organización donde se hacen transacciones financieras. La baja de precios se mantuvo por semanas, lo que desató el pánico entre empresarios e inversores. Muchos temieron perder su dinero y quisieron salirse tan pronto como fuera posible del riesgo que se avecinaba.

Lo que vino con esto fue una catástrofe económica en la que las empresas no contaron con dinero para invertir. Los obreros fueron despedidos y se quedaron sin salarios para vivir dignamente. Los bancos que habían prestado dinero no pudieron recuperarlo y muchos tuvieron que cerrar sus puertas.

En ese escenario, la crisis se extendió a lo largo de América y luego golpeó a gran cantidad de países alrededor del mundo. Muchas personas vivieron en precariedad y tuvieron que estar a la caza desesperada de un empleo que les permitiera ganarse el pan.

En 1932, Los estadounidenses eligieron presidente a Franklin D. Roosevelt, quien creó un plan llamado el New Deal (Nuevo Trato), para acabar con la inestabilidad. El plan fue aceptado por la población, pero sus resultados no sacaron a Norteamérica de las dificultades. Hubo que esperar hasta los tiempos de la Segunda Guerra Mundial para ver a la industria trabajar a plena capacidad una vez más.

Crac 1929
Muchas personas se amontonaron en las cercanías de Wall Street, en Nueva York. Unos nerviosos y otros curiosos por los acontecimientos de las últimas semanas de octubre de 1929.

Causas de la Gran Depresión

1. El auge de la especulación financiera en Wall Street

El crecimiento de la riqueza en los años veinte hizo que muchos individuos se interesaran por la inversión en la bolsa de valores. Al querer obtener ganancias rápidas, muchos compraron acciones con dinero prestado y vieron aumentar sus rendimientos. Pero esto no se basó en los valores reales de las compañías, todo se había estado convirtiendo en una apuesta. De repente, ocurrió el crac de octubre de 1929.

2. El crac de 1929

El crac comenzó con el "jueves negro", el 24 de octubre de 1929, día en el que se intercambiaron millones de acciones y los valores de estas perdieron hasta un 11%. A pesar del intento de los banqueros y de los empresarios por calmar la situación, las caídas se mantuvieron la semana siguiente.

El crac continuó los días 28 y 29 de octubre. Entonces se supo que las gigantescas caídas en la bolsa tendrían consecuencias graves para la economía. Los inversores vendieron sus acciones a pérdida. Luego no tuvieron suficiente dinero para pagar los préstamos a los corredores de bolsa y a los bancos. En un par de meses los valores se redujeron a la mitad y muchas empresas y pequeños inversionistas quedaron en bancarrota.

3. La sobreproducción y el exceso de oferta

Por extraño que parezca, en el sistema capitalista se generan crisis económicas por la abundancia de productos en el mercado. Si los clientes no compran todo lo que se produce, los vendedores tienen que bajar los precios. Cuando esto ocurre, el balance de las empresas puede caer en pérdidas. Entonces no invierten para expandir sus negocios y despiden trabajadores. El desempleo hace que la gente no tenga dinero y no compre productos. Así, el ciclo se repite y la crisis empeora.

Esto pasó primero con la agricultura y luego con la industria durante la depresión. Los granjeros americanos incrementaron la producción en tiempos de la Primera Guerra Mundial. Cuando esta acabó, producían más de lo que podían vender, ya que Europa dejó de importar tantas cosechas. La producción industrial tampoco encontró el número de consumidores que necesitaba, lo que los llevó a vender a pérdida.

4. Los errores de la Reserva Federal de Estados Unidos

La Reserva Federal subió las tasas de interés. Eso aumentó el valor de las deudas e hizo más difícil dar o recibir préstamos. Además, permitió que los bancos colapsaran y no planificó medidas para rescatarlos. Docenas de bancos pequeños y regionales quebraron, causando la evaporación de los ahorros de millones de personas.

5. El establecimiento de aranceles en el comercio internacional

Los aranceles son impuestos que se pagan a los países para poder importar o exportar bienes. El congreso norteamericano creó nuevos aranceles en 1930 con el fin de que los productos extranjeros fueran más caros. De ese modo, las personas tendrían motivos para comprar productos nacionales y la demanda haría que las empresas produjeran más.

Lo que en realidad ocurrió fue que los otros países afectados crearon también aranceles como represalia. El resultado de estas medidas fue el hundimiento de más del 60 % del comercio internacional entre 1929 y 1934.

6. La sequía en el "tazón polvoriento"

Aunque no fue una causa directa de la depresión, la sequía que azotó a las planicies centrales de Norteamérica empeoró la situación. Este desastre ambiental arruinó a muchos agricultores y sepultó en arena pueblos y plantaciones en los estados de Texas, Oklahoma, Colorado, Nebraska y Dakota del Sur.

Los granjeros no pudieron cancelar sus créditos ni pagar impuestos. Muchos perdieron sus propiedades o las abandonaron para migrar a las ciudades en busca de empleo. Pero en las ciudades ya era difícil también hallar trabajo.

Dust bowl
Maquinaria enterrada por tormentas de arena en una finca de Dakota del Sur (1936).

Resumen histórico de la crisis

Antecedentes (1918-1929)

Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Estados Unidos emergió como potencia y experimentó un extraordinario crecimiento económico. La prosperidad se basó en el aumento de la productividad industrial y en su expansión del sistema financiero.

Los norteamericanos tuvieron mejores ingresos en una época en la que aparecieron nuevos productos. Inventos como la radio, el automóvil y los electrodomésticos se hicieron populares. La publicidad se extendió a través de medios como la radio y el cine, lo que terminó por originar una sociedad de consumo, donde muchos querían estar a la moda.

Los bancos dieron créditos para que sus clientes pudieran adquirir lo que querían sin tener que pagarlo de inmediato. Pronto esos créditos se usaron además para comprar acciones en la bolsa. No sólo los empresarios, también las personas corrientes quisieron obtener ganancias sin trabajar, como lo habían hecho por años los especuladores.

Las cosas parecían ir muy bien, pero en realidad se había formado una burbuja. Las burbujas financieras son los aumentos sin irracionales e injustificados de los precios de las acciones. De repente, esa burbuja estalló.

La depresión en los años 30

Las secuelas del crac del 29 se sintieron pronto. Las personas desconfiaron de los bancos y buscaron sacar su dinero. Entre 1929 y 1933, cientos de bancos quedaron en la quiebra. Los industriales dejaron de invertir en la producción, ya que las personas no tenían dinero para comprar productos. Aun peor, los dueños de las fábricas, al tener que producir menos, despidieron a más obreros.

Para el año 1932, el tamaño de la economía en Estados Unidos se había reducido una cuarta parte. La producción industrial cayó a la mitad. El desempleo en 1933 llegó al 25 % y la producción agrícola descendió en 70 %, siendo también golpeada por la sequía que afectó los campos de las planicies centrales en esa nación. Estados Unidos dejó de importar muchos bienes y servicios, perjudicando a los exportadores extranjeros. La crisis se extendió por el mundo.

Fila para la sopa en la gran depresión
Estos hombres esperaban su turno para recibir un plato de comida (1931). En el cartel se lee "sopa, café y donas gratis para los desempleados".

La depresión y el surgimiento del nazismo en Europa

La gran depresión llegó a Alemania cuando los bancos norteamericanos le cortaron los préstamos. La industria alemana había dependido del dinero estadounidense para recuperarse y ahora se veía en aprietos. Aun más, las instituciones estadounidenses comenzaron a demandar el pago de créditos con adelantos.

Ante la falta de capital, las fábricas germanas se achicaron o incluso desaparecieron. Los trabajadores despedidos no tuvieron dinero para gastar. Los precios cayeron y la economía se desplomó. La pobreza y la desesperación agobiaron a las familias, lo que les hizo perder su fe en la democracia y le allanó el camino a los políticos radicales extremistas para ofrecer soluciones.

En ese ambiente apareció la figura de Adolf Hitler y del partido nazi. Su popularidad los llevó a ser el partido con mayor representación en el parlamento en 1932, mientras Adolf Hitler fue nombrado Canciller en 1933. Luego, ese gobierno provocó una crisis política tan profunda en Europa que desembocó en la Segunda Guerra Mundial.

Vea también El inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Consecuencias de la Gran Depresión en el mundo

  • Cayó la producción industrial en los países desarrollados y se redujo el comercio internacional.
  • Los países productores de materias primas perdieron ingresos por la baja de precios y la reducción de sus exportaciones.
  • Disminuyó la disponibilidad de préstamos a nivel mundial, por lo que muchos países entraron en crisis de deuda.
  • Tuvo auge la teoría económica Keynesiana. John M. Keynes afirmó que el Estado debía intervenir en épocas de crisis para equilibrar la demanda, estimulando el consumo en la población y la creación de empleos.
  • El malestar económico en Europa contribuyó con el apogeo de los movimientos políticos contrarios al capitalismo y al liberalismo. Entonces cobraron fuerza las propuestas fascistas y comunistas en los años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial.

Consecuencias políticas de la Gran Depresión en Estados Unidos

1. La elección de Franklin Delano Roosevelt como presidente

El republicano Herbert Hoover era el presidente cuando sucedió el crac de 1929. Como era adepto a las ideas del mercado libre, no quiso que el gobierno interviniese para apaciguar la crisis. Por eso se le culpó de no haber tomado medidas para detener la catástrofe.

Las personas entonces miraron con fe la candidatura del demócrata Franklin Roosevelt en 1932. Este había prometido acciones concretas para crear empleos y reavivar la economía. Fue elegido y su mandato empezó en marzo de 1933.

2. La promoción del New Deal o "Nuevo Trato"

Bajo ese nombre se conocieron las políticas y proyectos que impulsó el presidente Roosevelt para aliviar los problemas ocasionados por la gran depresión y estimular la actividad económica. Entre estos estaban:

  • La administración de obras públicas (Public Works Administration): agencia creada para financiar la construcción de puentes, represas, escuelas y hospitales.
  • La ley de regulación agrícola (Agricultural Adjustment Act): le otorgó subsidios a los agricultores para producir en menor cantidad. Con esto se pretendía subir el precio de las cosechas al reducir la oferta.

3. La expansión del rol del gobierno y el establecimiento de regulaciones económicas

Los programas del New Deal aumentaron la responsabilidad del gobierno en la vida de los ciudadanos. Para atender necesidades económicas apremiantes y para regular prácticas financieras, se establecieron las siguiente agencias:

  • La seguridad social (National Security Act): creó el programa de seguridad social a través de pensiones para trabajadores jubilados, así como también el financiamiento de un seguro temporal para personas desempleadas.
  • La comisión nacional del mercado de valores (Securities and Exchange Comission): encargada de vigilar la bolsa de valores en contra de posibles manipulaciones y malas prácticas financieras.

Bibliografía

Bosch, Aurora (2005). La crisis del 29, Franklin D. Roosevelt y el New Deal, pp. 409-444. En Historia de Estados Unidos, 1776-1945. Crítica. Barcelona.

Cárdenas, Jorge (1998). Doce años de crisis materialista, pp. 396-417. En Los Estados Unidos de Ayer y Hoy. Editorial Norma. Bogotá.

Remini, Robert (2008). The Great Depression, the New Deal, and World War II, 215-244. En A Short History of the United States. Hapers Collins Publishers. Nueva York.

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